01/07/2016 - Faltaba hora y media para el cierre de las urnas el pasado domingo. Las encuestas "israelitas" (A pié de urna) que me llegaban confirmaban el sorpasso de Podemos y los resultados que la mayoría de los Estudios Demoscópicos se habían publicado en los Medios durante la campaña y antes.
Pero algo no me cuadraba, ademas del rechazo a votar a Unidos Podemos por parte de mucha gente conocida y votantes de la Izquierda. No me gustaba el ambiente y algo me decía que estaba ante un espejismo. Quizás por aquellos mecanismos de defensa del "gato escaldado que huye del agua fría".
Llamo por teléfono a una persona a la que quiero mucho y el pregunto, ¿"Has ido a votar..."?. "Si he ido a votar hace un rato..." ¨"Pero te prometo que si pudiese, iría a la urna otra vez y sacaría ese voto porque me está doliendo. Bien sabe Dios que he votado por ti y por tus compañeros, sin ninguna convicción..."
La conversación, "me dio la puntilla" y aunque las televisores ofrecían los resultados del "muestreo a pie de urna" (Israelitas) ya tenía claro que eso no sería así. ¿Por qué razones? Varias. He aquí algunas en mi modesta opinión:
¿Como es posible que una fuerza "ganadora", en la cresta de la ola, no haya sumado con lo que le gusta al votante salir en apoyo del ganador. Conozco a mucha gente que manifiesta "A mi me gusta votar al que gana..." Muy simple argumento, pero bastante generalizado. Esta vez, no funcionaba eso y si los mecanismos tradicionales del bipartidismo.
Unos militantes y votantes del PSOE (que en su mayoría no se diferencia de los de Unidos Podemos) a los que les advertían que podían quedar detrás de Unidos Podemos y eso sería la hecatombe. Sacaron la "vena patriótica" para apoyar al viejo Partido Socialista ante el temor al "Coletas y los suyos". Disculpen la expresión.
Una campaña mortífera contra Unidos Podemos en el que coincidían la mayoría de los partidos "Del Régimen" y los Medios de Comunicación. Véanse y rellenase las editoriales del El País en campaña. He escuchado (a obreros sin subsidio) decir disparates tales como. "Si gana el coletas, solo podremos comprarnos unas bragas cada 6 meses..." o "Podemos está preparando si gana un a guerra civil...". La madurez política de un pueblo al que castraron en tiempos de Cánovas y Sagasta y antes, Fernando VII.
Una confluencia -entre Podemos e IU-, engañosa que no era tal. Un acuerdo desde las cúpulas sin contar con las bases o con una participación insignificante de éstas. ¿Donde estaban las Primarias Abiertas o el Empoderamiento de la Ciudadanías?
Imposiciones de candidatos en muchas circunscripciones a las bases de IU que aceptaron a regañadientes en aras a la unidad ansiada de las fuerzas transformadoras. ¿Fuerzas Transformadoras? Algunos mensajes no lo parecían y el pragmatismo era algo generalizado, obviando los valores de la Izqueirda, que nunca pasó de 24 escaños desde la Restauración Borbónica del 78.
Ni siquiera con Anguita, que a diferencia de Pablo Iglesias, si era un líder respetado por los electores. Aunque no le votasen. Recuerdo aquello de Julio: ¡¡¡Los amores platónicos, están muy bien, pero en política, necesitamos también los amores de carne...!!! Los votos que nunca venían pese a las expectativas.
Se ha repetido la historia -a menor escala-, lo que el PSOE llamó la "pinza" en Andalucía. Tras tener a Chaves contra las cuerdas y negar un pacto de izquierdas en los principales ayuntamientos, los andaluces redujeron a IU a la mínima expresión cuando el PSOE convocó las elecciones.
El PP no ha necesitado hacer campaña ni pegar carteles. Han tenido más de 6 meses con todos los partidos trabajando para Rajoy. En el subconsciente de la gente sencilla (que son millones): Esto es el caos y no se ponen de acuerdo. La estabilidad y seguridad en lamiera, me la ofrece la derecha (El PP). ¿Que son corruptos y merecen pasar a la oposición para décadas? ¿Y a mi qué? "Si yo estuviese, haría lo mismo". Volvemos al pueblo castrado (políticamente), de Fernando VII, Cánovas y Sagasta. Como los bueyes que recitaba Miguel Hernández en "VIENTOS DEL PUEBLO".
¿Los resultados de Ciudadanos? Existe una amplia franja de "votante de Centro", aunque en política el "centro" no exista. Pero es una "realidad" a la que no cuesta trabajo votar. Esos votos, no le duelen como a quien me decía, "iría a la urna a por él..."
¿Los mitines y actos multitudinarios? Lo fueron y el resultado no es malo, ni mucho menos. Pero la "mayoría silenciosa" era mucha más. Yo, por ejemplo, nunca en mi historia de votante, lo he hecho por un partido que haya superado los 23 escaños a escala nacional. ¿Debo estar contento con 71? Pues yo no estoy contento porque soy un puñetero y me gustan los disturbios.
¿Porqué se abstienen más de un millón de votantes de Unidos Podemos en 6 meses? Varias razones. Igual quedando Aznar, la izquierda se iba de playa el día de las elecciones porque no le desagradaban sus políticas liberales que ahora pagamos. Quizás ahora por el descontento por el no acuerdo o, sencillamente, porque al final no se ilusionaron a pesar que el resultado "estaba cantando".
¿Existe alternativa real de cambio? Quizás, pero no tan rápida. Las "jaulas de grillos" son muy complicadas y el pueblo no las quiere o se desinflan ilusiones que nacen en la indignación del 15M y en la que IU no hizo su lectura correcta. "Tenemos la marca...", decía un dirigente de IU no hace tanto cuando las encuestas nos daban un puñado de escaños y Podemos no existía.
El tiempo pasa muy rápido y Cronos devoraba sus hijos en la mitología griega. También en la "Centralidad del Tablero" que inventaron los dirigentes de Podemos hace unos meses. Se avecina el debate y análisis interminables y espesos. No tanto como el modesto mío. Pero también.
Como diría un viejo veterano comunista. "Si la Izquierda no se une en serio, la derecha nos sigue "comiendo" aunque sean menos. No me gustan las guerras, pero si la historia y mucho.
Entre la Columna de Buenaventura Durruti con su anarquía y el Quinto Regimiento, me quedo con Modesto, Vicente Rojo o el General Miaja que frenaron en el Puente de los Franceses y la Ciudad Universitaria la toma de Madrid por los fascistas, cuando habían salido casi todos huyendo para Valencia.
La base es fundamental para definir el "enemigo" y aplicar los métodos que ilusionen a la gente en la época convulsa que vivimos.